El libro pasa página a su antiguo texto legislativo

Parece que la tendencia en el hábito de la lectura está cambiando en nuestro país. Según el Estudio de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, en los últimos cinco años el conjunto de lectores frecuentes y ocasionales ha aumentado 7 puntos porcentuales hasta superar el 57% de la población mayor de 14 años, y que leen el 74,9% de los jóvenes de 14 a 24 años, mientras que el 84% de los niños de 6 a 13 leen libros que no son de texto. Y ahora que llega una nueva Ley -adecuada para unos e insuficiente para otros- se actualiza la normativa sustituyendo la actual regulación del libro (Ley 9/1975 de 12 de marzo) para alzar a través del nuevo…

Por en Para libreros

Parece que la tendencia en el hábito de la lectura está cambiando en nuestro país. Según el Estudio de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, en los últimos cinco años el conjunto de lectores frecuentes y ocasionales ha aumentado 7 puntos porcentuales hasta superar el 57% de la población mayor de 14 años, y que leen el 74,9% de los jóvenes de 14 a 24 años, mientras que el 84% de los niños de 6 a 13 leen libros que no son de texto.

 

Y ahora que llega una nueva Ley -adecuada para unos e insuficiente para otros- se actualiza la normativa sustituyendo la actual regulación del libro (Ley 9/1975 de 12 de marzo) para alzar a través del nuevo texto legislativo tres objetivos prioritarios: el impulso de la lectura, la defensa de la diversidad cultural y la modernización de la definición de libro y su correspondiente adecuación a la realidad tecnológica actual.

 

Libro es, según el nuevo Proyecto de Ley de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, aprobada el viernes por el Consejo de Ministros, "la obra científica, literaria o de cualquier otra índole que constituye una publicación unitaria editada en uno o varios volúmenes y que puede aparecer impresa o en cualquier otro soporte susceptible de lectura". Esta definición incluye, asimismo, los materiales complementarios de carácter impreso, visual, audiovisual o sonoro que sean editados conjuntamente con el libro y que participen del carácter unitario del mismo, así como cualquier otra manifestación editorial.

 

Precio de los libros

 

El Proyecto de Ley consolida el precio fijo de los libros y, para los libros de texto, se establece el precio libre, que sustituye al régimen actual de descuentos. El objetivo es garantizar una competencia leal entre los distintos ámbitos comerciales del libro. Esto redundará en el mantenimiento de las pequeñas librerías que, por un lado, representan la mayor red de venta de libros en España y, por otro, garantizan la rentabilidad de los libros de fondo, obras cuya existencia ayuda al mantenimiento del pluralismo cultural.

 

Para el Partido Popular la nueva ley perjudica a las pequeñas empresas a causa de la autorización de los precios libres para libros de texto y fijo para los demás, así como la disconformidad con la supresión del descuento que alcanzaba cerca del 25%, aquel que fue aprobado por el PP en el año 2000. Para Antonio Gutiérrez -diputado nacional del PP-, esta supresión afecta a la "competencia leal" a la que se refieren desde el Gobierno que no va a poder garantizarse pues, en su opinión, las consecuencias de la futura ley desembocarán en un monopolio "de los distribuidores más poderosos". 

 

Por el contrario, desde la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE) han expresado su valoración al nuevo régimen de precios para los libros de texto, pues mejora el actual, aunque su presidente Mauricio Santos apostilló que "no es el ideal". "A nosotros nos gustaría que el precio fuera fijo y que tuviera el mismo tratamiento del resto de los libros pero la liberalización nos parece mejor que la situación actual", recalcó en declaraciones a EFE. 

 

Las Bibliotecas ganan protagonismo

 

En el marco de los planes de fomento de la lectura, la biblioteca se convierte en el vehículo principal de la extensión del hábito lector. El plan plurianual propuesto en el anteproyecto prevé una inversión de 431 millones de euros hasta 2014, destinados en su práctica totalidad a la dotación bibliotecaria. El objetivo es alcanzar la disponibilidad de entre 1,5 y 2,5 libros por habitante, según las directrices IFLA-UNESCO, cuando a día de hoy las bibliotecas públicas españolas ofrecen una media de 1,25 por habitante.

 

Algunos valores y principios que propone el Ministerio de Cultura para regir las bibliotecas son, por ejemplo, la libertad intelectual y el acceso a la información; la igualdad de acceso a los materiales, instalaciones y servicios de la biblioteca sin discriminación; y la pluralidad, para que dispongan de la mayor variedad posible de documentos que reflejen la diversidad de la sociedad y riqueza lingüística. El texto resalta también la cooperación bibliotecaria que se basará en la cofinanciación, corresponsabilidad y reciprocidad de esfuerzos entre las distintas administraciones y entidades privadas participantes.

 

Sobre ello ha opinado el presidente de la Asociación Colegial de Escritores (ACE), Andrés Sorel, que ha asegurado que afectará negativamente a los Presupuestos Generales del Estado la ausencia del canon por préstamos bibliotecarios que omite la futura ley y que, por el contrario, ya se reconoce en toda Europa.

 

Promoción de autores y de la industria

 

Entre las medidas destinadas a estos fines, se desarrollarán campañas de promoción de los autores españoles que se expresen en castellano o en cualquiera de las lenguas cooficiales de España. Asimismo, podrá colaborar con las Comunidades Autónomas en las políticas de promoción literaria. En este sentido, la Administración General del Estado mantendrá un sistema de premios nacionales a favor de los autores de los principales ámbitos de la actividad literaria, científica y técnica.

 

La Administración General del Estado y sus Organismos Públicos podrán establecer programas de apoyo a la industria y comercio del libro en consideración a los valores culturales que representa  y a su importancia industrial y económica. Estos programas tendrán en cuenta a las librerías, no sólo como lugares de venta de libros, sino también en su calidad de agentes culturales.

 

Según la Panorámica de la edición española de libros, basada en datos de la Agencia Española del ISBN, el año pasado aparecieron en el mercado español 76.265 títulos. Se produjeron 337.244 millones de ejemplares, lo que supone un aumento del 25,3 % con respecto al año 2004, y la tirada media subió a 4.619 ejemplares, lo que indica un incremento del 0,9% respecto a 2005. La industria editorial española se mantiene, desde el punto de vista de la exportación, como la tercera de Europa y la quinta del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y China.

 

Para realizar exhaustivos análisis como el del citado estudio, se creará el Observatorio de la Lectura y del Libro a fin de promover también la colaboración institucional, el asesoramiento, la elaboración de informes, estudios y propuestas de actuación en materia de la lectura, del libro y de las bibliotecas.

 

Aseguran desde la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) que "el nuevo texto marca un punto de partida para llevar hacia el futuro a toda la red librera española" y consideran que "la nueva ley aportará numerosos beneficios al sector como un mayor presupuesto, las sanciones para los que no cumplan la normativa o el apoyo a la librería como principal canal de distribución de los libros". Pero también son conscientes de que aún queda camino por re
correr para llevar la librería hacia un modelo que corresponda a las nuevas exigencias que se le presentan.

 

"Es una situación menos mala y menos agresiva que la anterior y el tiempo dirá si es suficiente para que los libros de texto vuelvan a estar de manera eficaz en las librerías", ha explicado el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Emiliano Martínez.

 

Habrá que esperar, por tanto, al próximo Congreso Nacional de Libreros de 2007, que se celebrará del 7 al 10 de marzo. Será un lugar idóneo para reflexionar y buscar soluciones con el fin de afrontar los diferentes retos y, por ende, el desarrollo del libro en el futuro.

 

Fuente: Lourdes Gallardo.