Frankfurt: hacia la letra numérica (Ramiro Villapadierna – ABC)

Pero la traslación digital es ya el medio y también el mensaje: se presentan novelas que hasta ahora habían sido blogs escritos en abierto en internet: inminente es el caso de la autora chilena Francisca Solar.Aunque algunos blogs literarios de éxito se han estrellado luego en la librerías, como ha sufrido Penguin con el seguidísimo de Catherine Sanderson «La petite anglaise», que tuvo un adelanto de un millón de dólares por dos libros. Otros flojos han sido el blog de un abogado o el de un taxista de Nueva York, mientras que el de la pugna de una madre por lograr cocinar las recetas de la tele se ha convertido en éxito. De otro lado, algunas poblaciones se educan y…

Por en Para libreros

Pero la traslación digital es ya el medio y también el mensaje: se presentan novelas que hasta ahora habían sido blogs escritos en abierto en internet: inminente es el caso de la autora chilena Francisca Solar.Aunque algunos blogs literarios de éxito se han estrellado luego en la librerías, como ha sufrido Penguin con el seguidísimo de Catherine Sanderson «La petite anglaise», que tuvo un adelanto de un millón de dólares por dos libros.

Otros flojos han sido el blog de un abogado o el de un taxista de Nueva York, mientras que el de la pugna de una madre por lograr cocinar las recetas de la tele se ha convertido en éxito. De otro lado, algunas poblaciones se educan y alfabetizan ya por internet y la Feria ha creado la sección «El futuro de la educación» para reflexionar y atender a los 700 millones de iletrados, entre los que se suman algunos funcionales en Occidente, incapaces de pasar de un texto breve.

La presidenta de la Unión Internacional de Editores explica que «un tercio de todos los libros del mundo se publican en el mercado norteamericano, otro tercio en Europa y algo menos en el área asiática del Pacífico». El resto o no lee o lee en internet. El Corán, la obra más buscada Y en red se lee buscando: uno no lee a Voltaire y tropieza con lo que dijo del vino, sino que se busca ambos criterios por bases de datos y el texto completo raramente se lee.

Y ahora Google está empeñado en facilitar acceso a libros completos y no sólo títulos o reseñas. Esto deja a la vez un parco, pero amplísimo, muestreo de gustos universales: el Corán, una guía de flores, un manual para robots todoterreno, uno de tipos de interés y la crítica anti-Bush de Chomsky son las obras más buscadas en el mayor buscador del mundo. En España, una compilación de nombres de bebé y «La administración moderna»; en Alemania, el Kama Sutra; en Francia, libros de anatomía y matemáticas. Nadie lo diría al ver sólo las listas de más vendidos.

También «Abebooks», el mayor quiosco de venta en la red de libros usados, con 100 millones de títulos, va a catalogarlos y crear un nuevo algoritmo combinado de búsqueda. Pero el mayor poder digital no es lector sino buscador: las enciclopedias, los diccionarios de idiomas se consultan en internet o en DVD: ¿quién pagará un día por el peso y el precio de la Britannica o el Espasa? ¿y por los diccionarios de idiomas o de dudas?

Porque Google sirve para buscar, pero también para contrastar por aproximación la ortografía de un nombre o el uso de un vocablo. «Los jóvenes buscan, se informan y aclaran sus dudas en internet», reconoce Anna Metzner, del Círculo para la Publicación Electrónica. Esto ha reducido las ventas incluso de enciclopedias, diccionarios y bases de datos en CD-ROM, aunque sus editores subrayan la diferencia de calidad contrastada de sus datos frente a internet. Un artículo de Wikipedia, paradigma de la información enciclopédica gratuita, «puede tener fallos», admite su portavoz, Arne Klempert, «pero la probabilidad de pronta corrección es muy alta».

Una encuesta entre editores estima en un 60 por ciento que la venta en CD o DVD va a desaparecer y estos se descargarán a menor precio de la red. Biblioteca europea de internet El proyecto de Google de proporcionar extractos de todos los libros del mundo, desde hace dos años, es muy criticado por editores, que están digitalizando y facilitando textos para el programa paralelo Google Book Search, que buscará en páginas y las mostrará sueltas indicando dónde acceder al libro.

La Asociación de Editores Alemanes se está adelantando a esto y a un desfase como el reciente de la industria discográfica, con su propia base de 100.000 títulos (VTO), con extractos o textos completos para asegurar que «editor y autor mantengan el dominio sobre sus obras». Es una respuesta a Google, pero esperan que el buscador llame a su puerta para cooperar.

El director del proyecto habló de una posible «primera piedra dentro de una biblioteca europea en internet». La edición y descarga de libros científicos en internet duplica ya a la publicación en papel. «El libro en este segmento es cada vez más superfluo», dice el director del Instituto de Ciencias del Libro de Maguncia. La presidenta de los editores, Ana María Cabanellas, minimiza el giro: los 70.000 millones de euros que mueve el libro en el mundo superan la facturación del vídeo, CD, música descargada de internet y juegos de ordenador.