Las editoriales en catalán compiten entre sí con ensayos y traducciones (Ernest Alós – El Periódico)

La competencia se librará en el ensayo, el libro de actualidad, la literatura infantil, el best-seller de diseño y la narrativa traducida. Un síntoma del discreto momento por el que pasa la narrativa catalana.El reto es dar un giro comercial, con títulos y colecciones diseñados tras estudiar el mercado, para ampliar un público escaso: hoy solo el 15% de las ventas en Catalunya corresponde a títulos en catalán. Y de los 18,2 millones de ejemplares del 2005, el 41,2% fueron libros de texto no universitarios y el 27%, infantiles y juveniles. Estas cifras también explican que ninguno de los competidores renuncie al castellano.Que en un futuro tres bessones se repartan el mercado en catalán parece tan lejano como un monopolio…

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La competencia se librará en el ensayo, el libro de actualidad, la literatura infantil, el best-seller de diseño y la narrativa traducida. Un síntoma del discreto momento por el que pasa la narrativa catalana.
El reto es dar un giro comercial, con títulos y colecciones diseñados tras estudiar el mercado, para ampliar un público escaso: hoy solo el 15% de las ventas en Catalunya corresponde a títulos en catalán. Y de los 18,2 millones de ejemplares del 2005, el 41,2% fueron libros de texto no universitarios y el 27%, infantiles y juveniles. Estas cifras también explican que ninguno de los competidores renuncie al castellano.
Que en un futuro tres bessones se repartan el mercado en catalán parece tan lejano como un monopolio del Grup 62: sin contar su distribuidora o las obras a crédito, facturó 32 millones de euros en el 2006. Sus competidores cifran sus objetivos en alcanzar el 2008 unas ventas de 10 millones (RBA Llibres) o de 4,9 millones en el 2007 (Ara). Aunque sí se han estructurado como grupos editoriales completos, con objetivos más ambiciosos a medio plazo.

GRUP 62: Un gigante según el 'modelo Planeta'

El primer semestre del nuevo Grup 62 se consumirá en la integración de editoriales procedentes de culturas empresariales y políticas muy distintas siguiendo el complejo modelo Planeta –sellos con identidad propia y que compiten entre sí dentro de un orden– y en rematar el saneamiento de las cuentas. Las primeras apuestas del nuevo equipo –Fèlix Riera como director editorial y Xavier Mallafré como director general– para rentabilizar el inmenso fondo editorial de Edicions 62, Proa, Empúries o Columna (unos 7.500 títulos) son el lanzamiento en otoño de una única colección de bolsillo con 40 títulos al año (labutxaca) y la obra completa de Mercè Rodoreda. "La gran generadora de lectores en todos los países es el bolsillo", argumenta Riera. El principal cambio de filosofía, estudiar las demandas del mercado. Por ejemplo, ensayo de actualidad, al que se dedicará la editorial Mina. Sin embargo, Riera asegura que no se lanzará al opportunity book sino que buscará "libros de recorrido largo", atrayendo a autores literarios de prestigio al ensayo.
Otra decisión firme, según Riera, es "reforzar la edición en castellano como parte no menor del proyecto", con los sellos Península y El Aleph. La integración de la distribución (Enlace) y la progresiva especialización de cada sello editorial son también objetivos a medio plazo. En el futuro, la gran área de crecimiento es la literatura infantil y juvenil, en la que el Grup 62 tiene una participación muy menor a la que correspondería a su peso en el mercado.

RBA LLIBRES: Del éxito comercial al contenido cultural

En solo 15 años, reinvirtiendo los beneficios de sus pujantes divisiones de revistas y coleccionables de quiosco, RBA se ha convertido en uno de los cinco mayores grupos de comunicación españoles, con una división de libros (dirigida por Joaquim Palau) que ya aporta el 7% de los ingresos. Tras lograr crecer el volumen, ahora entra en la fase, según Palau, de "reforzar el contenido cultural" para ser reconocido como el gran grupo editorial que ya es en cuanto a la facturación. Y para lograrlo en Catalunya ha creado una nueva sociedad, RBA Llibres, con el reto de lanzar una oferta editorial completa (pasando ya el 2007 de 20 a 50 titulos) y convertir La Magrana en una de las dos o tres grandes editoriales literarias en lengua catalana.
Aprovechando el catálogo de novela extranjera de RBA Libros –difícilmente volverá a suceder algo como que Les bienveillantes aparezca en castellano en RBA y en catalán en Quaderns Crema–, La Magrana lanzará el 2007 títulos de Amos Oz y apuestas como Un petit inconvenient, de Mark Haddon, y en el 2008 obras como The castle in the forest de Norman Mailer y Burning Bright de Tracy Chevalier. En el 2008 se espera la nueva novela de Maria Jaén y, de forma inminente, una Guia de la Fira de Frànkfurt per a catalans no del tot informats de Sergio Vila-Sanjuán.
La oferta del grupo RBA se completa con la edición en lengua catalana de los títulos infantiles de los sellos Molino y Serres –un campo en el que supera ya a sus competidores– y con los acuerdos de coedición con Dèria, de Xavier Cambra, que ha roto con la editorial Proa, para entrar en la publicación de libros de actualidad y con L'Avenç (adquirió un 50% de la empresa) para impulsar la histórica revista y publicar ensayos de prestigio.

ARA: Fórmulas innovadoras de creación y promoción

Tras renunciar a la dirección editorial del Grup 62, Ernest Folch también aspira a convertir a Ara en el segundo grupo de la edición en catalán, con un enfoque alternativo al de los grandes grupos editoriales tradicionales –"cambiamos el tipo de relación entre autor y editor", resume Ernest Folch–, una limitada presencia en los géneros literarios y una producción en lengua castellana inferior al 10%, pero a la que no se renuncia en absoluto con el objetivo de cuadrar la cifra de resultados. Es más, Els secrets de la felicitat, del filólogo Sebastià Serrano, se lanzará incluso en chino.
La nueva Ara, SCCL tiene como socio mayoritario el grupo cooperativo Cultura 03 –editor de las revistas Sàpiens, Descobrir, Nat y, dentro de algunos meses, Time Out BCN– y como único socio capitalista al propio Ernest Folch. El grupo busca crecer rápidamente: de los 25 libros publicados en el año 2006 a 65 en el 2007, más la actividad de Ara Idees (coleccionables para medios y publicaciones institucionales). Las armas para conseguirlo: no esperar a que lleguen originales sino detectar huecos en el mercado, producir con rapidez y apostar por la inversión en publicidad y la promoción a través de vídeos en la web Ara TV y el sitio de internet Youtube.
Ara Llibres apostará este año por fenómenos mediáticos, como el actor Pepe Rubianes, la recopilación de las Notes d'un ex del escritor Josep Maria Fonalleras, publicadas por entregas todos los domingos en EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, el fichaje del científico Eudald Carbonell, un título del diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Xavier Vendrell, que promete otra viva polémica para el próximo mes de mayo, esta vez a cuenta de Pilar Rahola y Àngel Colom, o el próximo libro del autor del éxito El quinto día, Frank Schätzing.
Dos líneas más novedosas serán las de Now Books, con traducciones al castellano y libros sobre exitosas series de televisión (House y Perdidos) y Alisis, el primer sello de creación de best-sellers "en catalán, de autor catalán y dirigidos al público catalán", según Ernest Folch. El primer proyecto: Tarraco.
Ara, finalmente, entra en la ficción, con 10 títulos al año en el sello Amsterdam Llibres, sobre todo narrativa traducida (Thomas Pynchon) y algunas sorpresas en lengua catalana, como un texto a cuatro manos de Miquel de Palol y Valentí Gómez.

 

El resto del sector ve más oportunidades que riesgos (Carles Valbuena)

· Los independientes confían en que la concentración será un estímulo

Expectantes, con cierto escepticismo y plena confianza en sí mismas. Así afrontan las pequeñas editoriales catalanas el fenómeno de concentración en el sector. Isabel Martí, editora de La Campana, tiene claras las ideas al respecto: "Llevamos más de 20 años editando libros y las grandes estrategias que han pretendido dibujar el futuro editorial en Catalunya nunca se han cumplido. Veremos qué ocurre ahora". Y añade: "En la variedad reside la riqueza humana y cualquier concentración tiende a ver el mundo de manera más uniforme. Siempre hemos seguido nuestro propio camino, al margen de modas y mimetismos, y nos ha ido bien".
Eudald Tomasa, director general de Angle Editorial, opina que no se puede generalizar y que cada concentración es diferente: "En el caso de Grup 62 se trata de una fusión de grandes empresas que han sufrido una crisis muy profunda y se juntan para optimizar su cuenta de resultados. Si no lo consiguen será un problema para la cultura de nuestro país". En cuanto al impacto de estos cambios, se muestra confiado: "No nos da miedo porque tenemos una línea editorial que funciona. Al principio nos costaba mucho conseguir nuevos autores pero ahora son ellos los que vienen a nosotros".

ALERTA
Algo más preocupado parece Joan Carles Girbés, director de publicaciones de la editorial valenciana Bromera: "Como editor, pero también como lector, me inquieta que tantos sellos importantes recaigan en el control de unas pocas manos y se imponga la rentabilidad frente al componente cultural que tiene una editorial". También alerta sobre otros peligros: "Juegas con desventaja por las diferencias en el volumen comercial. Además, algunos grupos ejercen un importante control sobre librerías, distribuidoras y medios de comunicación". Y lanza un interrogante: "¿Qué ocurrirá con los premios literarios? ¿Harán justicia a las mejores obras o se regirán por otros intereses?"
Josep Cots, director de 1984, es el más optimista: "Las concentraciones dinamizan todo el sector, refuerzan la influencia de la edición en catalán y te obligan a ponerte las pilas. Otra cosa es cómo se gestionen". Y añade: "Nuestros competidores no son las editoriales catalanas. En Catalunya, hay un 78% de lectores en castellano y un 22% en catalán. Si logramos invertir ese porcentaje todos saldremos ganando".
Su entusiasmo contrasta con el irónico distanciamento de Jaume Vallcorba, editor de Quaderns Crema, que mide muy bien sus palabras y resume su opinión sobre la cuestión con un lacónico: "Después de 27 años no pensamos cambiar nuestra línea de actuación".