“La parcela” de Alejandro Simón Partal

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La parcela

La parcela

Simón Partal, Alejandro

ISBN

978-84-17417-36-9

Editorial

CABALLO DE TROYA

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La parcela, de Alejandro Simón Partal, editado por Caballo de Troya.

Existen lugares de paso, lugares en los que se vive sin oportunidad ni ambición de asentarse, lugares que no invitan ni acomodan ni resguardan. Lugares en los que se estrellan sueños y las ilusiones se agotan bajo el techo de una triste buhardilla.

Bolonia, en el extremo norte de Francia, más lejos de París y de supuestos horizontes prometedores de lo que se pudiera creer, es, además, y a pesar de su hermoso nombre, una ciudad brumosa que contagia tristeza y desamparo.

Es la ciudad a la que llega el protagonista de “La Parcela” como profesor en un instituto, y donde empieza a comprender que el desencanto puede ser una forma de rutina que conviene asumir para no precipitarse al vacío que propicia.

Atrapado por la inercia desalentadora del tiempo, recorriendo calles y lugares cercanos en vanos intentos de sacudirse angustias y temores, conoce a Nizar en uno de los rincones marginados de la vecina Calais, con el que vive un amor tan efímero como impetuoso y reparador en medio del desamparo.

La sorprendente alegría de Nizar, refugiado sirio que se alimenta de sueños y esperanzas difusos, ayuda al narrador a tolerar un trabajo decepcionante y la lejanía de un hogar en el que su padre enfermo espera la muerte mientras él recuerda con pesar distancias irreparables.

La parcela es una maravillosa narración que desprende melancolía sin dejar, no obstante, ni un poso de tristeza en el lector. Y es que la melancolía puede camuflarse en instantes arrebatados y estados de ánimo pasajeros, pero cuando es capaz de anticipar nostalgias en pleno éxtasis, sabemos que forma parte irreductible de uno mismo y sólo se puede mirar a través de ella.

Así, por momentos, la novela parece una larga y envolvente ensoñación en la que conviven la decepción con el aprendizaje, la vulgaridad con la ternura, el desasosiego con el amor, el dolor con la felicidad, el humor con la amargura; en la que una ciudad cobra vida y se entiende en el cielo que soporta, en la extraña densidad del aire que se respira, en los adoquines de sus calles.

Una particular mirada, tan intensa como sutil, una voz íntima y devastadora en su belleza, se enlazan y confunden de tal manera que el lector se desliza a través de las páginas invadiendo la intimidad de un prodigioso narrador que, sin duda, sin ninguna duda, es poeta.

Olivia Lahoya Cuende, Librería Estudio (Miranda de Ebro, Burgos)