“Mamut” de Eva Baltasar

Mamut

Mamut

Baltasar, Eva

ISBN

978-84-7329-322-8

Editorial

CLUB EDITOR 1959

Donde comprarlo

Si  quieren ahorrarse algunas sesiones de psicólogo y el enganche al diacepán para afrontar la ansiedad generalizada en la que vivimos, les recomiendo a Eva Baltasar. En su nuevo libro, Mamut, editado por Club Editor en catalán, idioma en el que escribe la autora, y en castellano por Random House en traducción de Nicole d’Amonville, dice la autora que “un cuerpo puede contener un océano helado en cuyo fondo de irreparable abundancia todo duerme apresado”. Pues bien, todo Mamut es una propuesta para romper a dentelladas  y zarpazos ese hielo que impide la vida consciente y sin culpa.

El argumento del libro se explica sencillamente, sin embargo el abismo al que nos lleva es hondo y profundo, también desgarrador. Una mujer joven responde al malestar vital causado por unas condiciones laborales de explotación y por la vacuidad e inercia diaria en las que habita, queriendo gestar un hijo; no con el propósito de ser madre, sino con la idea de que el cuerpo quede ensartado de vida.

La capacidad de construcción de imágenes de Eva Baltasar para hacernos sentir y seguir a su personaje es el de una poeta precisa y poderosa. Una cinceladora de palabras. Basta su descripción de los animales enjaulados en un zoológico, basta la frase “en su interior los animales no vivían, se pudrían”, para que comprendamos la necesidad del personaje.

En Mamut encontramos un texto breve, dividido en tres capítulos que dan cuenta de la evolución del personaje, lo acompañamos de la ciudad a una masía aislada en donde la única compañía es un pastor y donde la mujer sin nombre, como todas las de Eva Baltasar, entrará en un mundo salvaje, brutal, violento y cruel. No existe la mitificación del territorio, la naturaleza descrita no es vegetal, es animal. Es sucia, huele a cordero. En palabras del personaje: “No soy yo, he retrocedido más de un peldaño en una coordenada que carece de un nombre particular”. Y, contrariamente a lo que pudiéramos pensar, es en esta animalidad, en este tiempo arcaico, donde la protagonista se despoja, prescinde de lo innecesario, logra amarse a sí misma. Es en este margen donde es dueña y señora de su propia vida.

Este libro forma un tríptico con sus anteriores novelas, Permafrost y Boulder, cuyas bisagras son unos personajes femeninos libres de todo estereotipo, complejos y que no se conforman con la inercia acelerada de la insatisfacción a la que oponen la fuerza de la libertad absoluta, la potencia del sexo y del cuerpo, el tránsito de caminos propios.

La respuesta final del personaje de Mamut de Eva Baltasar es de una radicalidad extrema, personal (y diría que revolucionaria), que nos impele a repensar la vida, a definirla, a considerar a quién pertenece, qué vida merece ser vivida y cómo vivirla. Eva Baltasar es una gran escritora que nos provoca, nos altera, nos siembra para deshacer el hielo y sumergirnos en donde todo duerme apresado.

De sus textos no salimos indemnes. Y es de lo que se trata, ¿o no?

 

Mónica Bernat, Librería Noviembre (Benicásim, Castellón)