¡Lo que echo de menos son librerías! Y en la mayoría de las librerías lo que echo de menos son buenos libreros, o libreras, que sepan lo que tienen.

Leticia Ruizfernández es una ilustradora que no le tiene miedo al color. En sus cuadernos de viaje, calendarios y en muchas de sus ilustraciones la naturaleza se hace presente con la intensidad y la fugacidad de sus colores. A Leticia le gustan los niños, los libros, el campo, los pájaros y la gente y todo encuentra lugar en su obra muy humana y muy cálida.

Kirico: Tienes una librería favorita a la que visitas con frecuencia?
Leticia: Sí, se llama La Puerta de Tanhausser. Está en Plasencia (Cáceres).
Kirico: ¿Qué tiene esta librería de especial?
Es una librería-café bonita y agradable. Con una selección de libros muy cuidada, donde la propuesta estética del libro se cuida mucho. Te puedes tomar un té ojeando maravillas.
Kirico: ¿Qué le pides a un buen librero o librera?
Leticia: Que haga el trabajo de selección que yo no puedo hacer ante la avalancha de novedades. Que tenga un fondo cuidado y que sea capaz de recomendar libros para cada necesidad.
Kirico: ¿Compras libros en otros lugares que no sean una librería? ¿Dónde? ¿Por qué?
Leticia: A veces en internet. Busco generalmente en el portal “Iberlibro” porque encuentro libros descatalogados o de segunda mano que ando buscando, ¡además de porque vivo en un pueblo donde no hay librería!
Kirico: ¿Qué echas de menos en las librerías?
Leticia: ¡Lo que echo de menos son librerías! Y en la mayoría de las librerías lo que echo de menos son buenos libreros, o libreras, que sepan lo que tienen, que amen la lectura, que se pueda tener una buena conversación sobre libros con ellos o ellas
Kirico: Recomiéndanos un libro que descubrieras en una librería
Leticia: Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos, que me recomendó Begoña, la maravillosa librera de Jakintza, en Vitoria.

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