Premio para El Contador de Cuentos de Saki
La Feria del libro de Bolonia otorga varios premios a libros editados en el año. El contador de cuentos de Saki, ilustrado por Marina Rivera y editado por Ekaré ha sido premiado con el New Horizons. ¡Enhorabuena!La historia recoge con gran agudeza e ironía el buenismo que invade los libros para niños y lo aburrido que resulta escuchar sólo historias de buenos sentimientos y niños pluscuamperfectos. Saki nos ofrece otra posibilidad para las historias infantiles, emoción, sentimientos contradictorios, y una pizca de rebeldía. Para disfrutar como adultos y regalar a los niños.El autor y su obra La muerte de Hector Hugh Munro (Saki) (Birmania, 1870-Francia 1916) fue sobre todas las cosas un último desafío irónico a la ironía: él, que…
La Feria del libro de Bolonia otorga varios premios a libros editados en el año. El contador de cuentos de Saki, ilustrado por Marina Rivera y editado por Ekaré ha sido premiado con el New Horizons. ¡Enhorabuena!
La historia recoge con gran agudeza e ironía el buenismo que invade los libros para niños y lo aburrido que resulta escuchar sólo historias de buenos sentimientos y niños pluscuamperfectos. Saki nos ofrece otra posibilidad para las historias infantiles, emoción, sentimientos contradictorios, y una pizca de rebeldía. Para disfrutar como adultos y regalar a los niños.
El autor y su obra
La muerte de Hector Hugh Munro (Saki) (Birmania, 1870-Francia 1916) fue sobre todas las cosas un último desafío irónico a la ironía: él, que tanto había escrito criticando el protocolo y la moral imperante de su tiempo, tuvo que morir ordenándole a alguien que dejara de fumar.
Claro que la cosa no fue exatamente así, pero nada es en realidad como parece ser cuando se trata de Saki; porque destrás de las irónicas palabras que acaban de leer y que hablan de la muerte del autor hay una realidad nada irónica: la de la Primera Guerra Mundial. Saki murió en la madrugada del 14 de noviembre de 1916 cuando un soldado alemán divisió el fuego de un cigarrillo de un compañero de Saki y disparó en la oscuridad. Sus últimas palabras fueron: "¡Apaga ese maldito cigarro!".
Y es que en el autor Birmano nada es del todo como parece, y el premidao El contador de cuentos es un buen ejemplo de ello: A través de una anécdota en apariencia trivial -un desconocido joven que, harto, decide entretener a unos niños inquietos en el transcurso de un viaje en tren- llegamos a una reflexión básica para cualquier adulto que desee leerle un cuento a un niño: ¿Qué tipo de cuento espera oir/leer el niño? Saki nos coloca -sin permiso- en la piel de los tres revoltosos niños que viajan con su tía para contarnos un cuento. Un cuento dentro del cuento.
Pero hay más: este cuento debe atraparnos -y nos atrapa- para que al final -y con esto no contamos el final- entendamos que los cuentos deben ser, ante todo, interesantes para aquellos a los que se supone que va destinado. La edición Editado por Ekaré en 2008, el álbum destaca, a primera vista, por su presentación: el libro, en cuya portada hay un vagón, viene introducido en otro vagón igual que tiene las ventanas recortadas. Un guiño, quizá, a lo que nos vamos a encontrar dentro: una historia dentro de otra historia; un cuento con ventanas que nos permiten ver, hasta cierto punto, la estructura misma de la narración.
Hay que destacar, además, el apéndice del traductor Juan Gabriel López Guix (del cual se puede encontrar información en la siguiente página web). Muy útil para conocer mejor al autor e indagar en el simbolismo y significado de este cuento.
La ilustradora
Alba Marina Rivera nació en Rusia en 1974, de madre rusa y padre cubano. Estudió ilustración en la Escola Massana de Barcelona, con Pep Montserrat y Arnal Ballester. En 2005 publicó un libro ilustrado llamado La mágica aventura del quadre de Dalí.