Libros vegetales

Aparte de su constante presencia en editoriales específicamente consagradas a ella (y de su sigilosa pero épica resistencia en determinadas corrientes poéticas), la naturaleza nos salía al paso en la literatura contemporánea de una manera bastante residual, casi siempre como apunte paisajístico auxiliar, como clásica y socorrida productora de malos presagios o buenos augurios, o como sosegado capítulo de transición en el que los personajes han de descansar o reencontrarse… Pero ya no hay duda de que algo tan eterno como lo vegetal ha adquirido últimamente también algo de “tendencia”, y en los últimos años los sellos más visibles y de temática más general están descubriendo y casi fomentando un nuevo tipo de ecologismo no emparentado ya con la espiritualidad, ni con lo deportivo, ni con las dietas llamadas saludables… El reino vegetal está invadiendo las librerías (llegando incluso a las secciones infantiles), y aquí hay siete libros silvestres que nos han gustado especialmente.
 
CUADERNO DE NATURALEZA, de JULIA ROTHMAN (ERRATA NATURAE)
A medio camino entre la novela gráfica, la nature writing o incluso el libro de texto de Ciencias Naturales, Julia Rothman ofrece en este Cuaderno de naturaleza un libro literalmente para todos. Pocas cosas más fascinantes que la anatomía del helecho, nada más instructivo que las diferencias entre los juncos y las juncias, irresistible la polinización. Una vez que se abre este libro, ya no se sale de él, porque en el fondo estábamos ya dentro, desde siempre. Somos naturaleza y, por tanto, estamos implicados en estas páginas, que en parte nos explican, a la vez que nos enseñan y nos divierten, como exigían los clásicos a los libros. Un cuaderno de trabajo y esparcimiento para maestros y para alumnos, para padres y para hijos, para lectores y para no lectores, para expertos y para principiantes. Y también un recordatorio de las cosas esenciales, por no decir un revulsivo.
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EL ÁRBOL, de JOHN FOWLES (IMPEDIMENTA)
El árbol de John Fowles es un secreto a voces, un libro como para happy few que sin embargo ha conquistado a miles de lectores, aunque sin duda no tantos como merece, que serían tantos ciudadanos como los que figuran en el Censo. La mezcla de memoir familiar y conyugal, ensayo, nature writing, dietario y hasta libro de viajes, con sus estupendas digresiones, se convierte en una gozosa apología de lo salvaje. Escrito en 1979, y traducido ahora por Pilar Adón, es un libro que se convierte en buena medida en lo que sus páginas quieren explicar y defender: un ser orgánico al que, sin muchos cálculos ni presupuestos, se le ha permitido desarrollarse y crecer a sus anchas, y lo ha hecho de forma tan libre e indócil que acaba casi ahogándose a sí mismo, enroscándose, avanzando en distintas direcciones…
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LAS CANCIONES DE LOS ÁRBOLES, de DAVID GEORGE HASKELL (TURNER)
Aclamado por el experimento cotidiano pero sublime que contó En un metro de bosque. Un año observando la naturaleza, David George Haskell se ha propuesto ahora intimar con un puñado de árboles desperdigados por todo el mundo pero, según él, conectados por una “red de relaciones” en la “comunidad de los seres vivos”, de la que también formamos parte los seres humanos. Todos formamos una familia un poco mal avenida pero eterna, unida por lazos indestructibles, y Haskell se ha dedicado, dice, a escuchar a los árboles, pues “la dualidad ser humano / naturaleza que se halla en el corazón de muchas propuestas filosóficas es, desde una persectiva biológica, ilusoria”. Los árboles son, sí, como islas independientes, pero todas esas islas forman un cálido archipiélago, una comunidad viva en la que estamos todos pero en la que ellos son “los grandes conectores”. La palmera sabal, el avellano o el pino ponderosa han encontrado por fin a su biógrafo.
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LA MEMORIA SECRETA DE LAS HOJAS, de HOPE JAHREN (PAIDÓS)
“Una historia de árboles, ciencia y amor”, dice el subtítulo de este exitosísimo libro de una mujer que ha merecido tres premios Fullbright de Geobiología y ha sido nombrada por la revista Times como una de las cien personas más influyentes del planeta. Escrita en buena medida a través de una autoficción que recuerda a los estupendos libros de Philip Hoare (y principalmente el maravilloso Leviatán o la ballena), introduciéndose en su propio texto no por presunción sino por pura estrategia literaria (por no decir novelesca…), comienza contando cómo de niña, tras plantar semillas con su madre, podía oír perfectamente cómo crecían las plantas, para acabar encontrando una conclusión tan reconfortante y bonita como que, “si eres científico, entonces vas por buen camino”.
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SENSIBILIDAD E INTELIGENCIA EN EL MUNDO VEGETAL, de STEFANO MANCUSO Y ALESSANDRA VITTOLA (GALAXIA GUTENBERG)
Hace ya bastantes años que los editores han asumido que una cubierta especialmente feliz e inspirada puede hacer que un libro bueno se convierta en un verdadero fenómeno, aunque pertenezca al ámbito de la ciencia divulgativa. La ilustración de portada de éste llamó la atención sobre un ensayo didáctico y optimista que explica que en la Tierra existe tan sólo un 0,3% de vida animal frente a un 99,7% de vida vegetal, que los vegetales no nos necesitan en absoluto pero nosotros a ellos sí, y que hay investigaciones que parecen demostrar que las plantas se relacionan entre ellas de modos más complejos, enigmáticos y próximos de los que podríamos concebir. Las plantas toman decisiones, duermen, cuidan de sus retoños… El concepto de “raíz”, usado hasta el abuso como metáfora, no era tan metafórico…
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LA BENDICIÓN DE LA TIERRA, de KNUT HAMSUN (NÓRDICA LIBROS)
A Knut Hamsun lo hemos leído a trompicones, y en ello hay algo bueno porque se corresponde en cierto modo con su prosa, tan puramente nórdica, escrita con esa tosquedad irresistible propia de aquellas latitudes, esa dureza elegante, esa rudeza tan a menudo genial. Hamsun, por aquello del Nobel, llegó a España pronto y mucho, en ediciones baratas, pajizas, frágiles, traducidas casi siempre del inglés, lo cual contribuía a esa sensación de libros escritos a hachazos, a golpes, con poca luz y mucha rabia. Su recuperación por parte de Nórdica Libros es una noticia formidable, y junto a Victoria, el crepuscular Por senderos que la maleza oculta o, más recientemente, El círculo se ha cerrado, se publicó este libro de campesinos y sequías, de desesperación y violencia: “¿Quién trazó el largo, larguísimo sendero que recorre las ciénagas y los bosques? El hombre, el ser humano, el primero que llegó a estas tierras. Antes de él no existía ningún sendero”…
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CUADERNO DE CAMPO, de MARÍA SÁNCHEZ (LA BELLA VARSOVIA)
María Sánchez, cordobesa de 1989, es veterinaria en zonas rurales y nos habla en su primer libro de poemas desde un sitio en el que “alimentarse de hierba significa lavarse la boca”. Su Cuaderno de campo ha sido reimprimido ya varias veces, pues su apuesta por el regreso a determinadas semillas, tanto comunes como muy personales, ha convencido a los lectores. Intimista, visceral, apegada a lo orgánico, Sánchez nos habla de la familia, y del cuerpo, y del trabajo, y del hambre:  “la ternura siempre es / más fácil con un trozo de pan en la boca”. Lo vegetal, en sus poemas y en sus prosas, es alimento pero también corrupción, ese eterno retorno que siempre se ha entendido tan bien con la palabra poética.
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