¿Por qué las librerías amamos a Rodari?

Las librerías Kirico amamos a Gianni Rodari. Desde hace años y por muchos motivos. Hoy, cuando se cumple el 100 aniversario del nacimiento de este escritor, pedagogo y periodista italiano, indagamos en las razones por las que nos sigue fascinando una obra rica, variada, libre, llena de fantasía, humor e imaginación y con una mirada […]

Por en Librerías Kirico

Las librerías Kirico amamos a Gianni Rodari. Desde hace años y por muchos motivos. Hoy, cuando se cumple el 100 aniversario del nacimiento de este escritor, pedagogo y periodista italiano, indagamos en las razones por las que nos sigue fascinando una obra rica, variada, libre, llena de fantasía, humor e imaginación y con una mirada muy respetuosa a la infancia.

“Pienso -dice Ester Madroñero, de Librería Kirikú y la brujaque Rodari cambió la manera en la que los adultos acercaban los libros a los niños y niñas. A través de sus encuentros, en las escuelas, planteó un acercamiento libre, lúdico, imaginativo y creativo al mundo del libro, de la lectura y la escritura. Él sostenía que todos podemos crear, a través de nuestra imaginación.”

A Cielo Fernández, librera de Bahía (Foz, Lugo), lo que más le atrae de su escritura es “la capacidad que tiene para abrir puertas y ventanas a la mente, para sacarla de las calles cerradas, de los significados únicos, de los caminos transitados y darle alas para que se atreva a dejarse llevar, a confiar en sus intuiciones irracionales, a crear, en definitiva”.

“La mirada a la infancia me parece muy comprensiva y respetuosa, creo que Rodari conoce a las niñas y niños y confía en ellos, por eso no les da recetas ni explicaciones, sino, al contrario, les abre posibilidades”.

Esta mirada es uno de los aspectos en el que confluyen todas las librerías.

“Rodari mira al niño como persona inteligente y llena de fantasía, con capacidad crítica y creativa“, explica Cristina Vidal, de Librería Turuletras.

Rodari es honesto con la infancia, por eso es serio y responsable con su escritura, dando lo mejor de sí mismo, porque sabe que su público es muy exigente”, afirma Rocío Valverde, de la madrileña Librería Jarcha. Y añade: “Él miraba al mundo con el asombro de un niño sin filtro, sin prejuicios, sin moralinas, con la mirada limpia, divertida, ocurrente, fresca y con alto contenido de humor e imaginación. Mira al adulto con ojos de niños y se ríe de sus preocupaciones, de sus reglas, de sus torpezas”.

Para Lola Gallardo, de Rayuela Infancia (Sevilla), “la imagen de la infancia que ofrece en sus numerosos relatos y cuentos, coincide plenamente con las ideas que sostiene a nivel teórico sobre la educación y la literatura. Una imagen que nos devuelve una foto de niños libres. Libres para pensar, para imaginar, para ser. Llenos de sabiduría sobre el mundo, no para llegar a ser eruditos en el futuro, como él siempre afirmaba, sino para no ser esclavos.”

En esa libertad se reconoce también Paola, de La Mar de Letras (Madrid), quien destaca que “poco a poco, Gianni Rodari fue escribiendo un canon de la literatura infantil, una gramática de la fantasía, una escuela… Pero lo más interesante es que en lugar de poner las reglas, las quitó. No quería normas, quería liberar a la palabra, incluso dejándola escapar del libro; sacándola de la máquina de escribir, y dejándola volar hacia la imaginación de los niños.”

Rocío Valverde resalta el “festín de palabras” que acompaña la lectura de sus libros.

“Su escritura es fresca, dinámica, parece que vuelas a través de las palabras. Tiene un vocabulario rico que hace de su lectura un festín de palabras que suenan y resuenan, juegan unas con otras e invitan a conocer los significados. Sus historias son atemporales, inmortales, duraderas. El tiempo pasa pero sus cuentos permanecen en el imaginario de muchos niños y niñas de toda clase”.

“Rodari es el antiaburrimiento“, asegura María José Gracià, de Librería El Puerto (El Puerto de Sagunto, Valencia).

“La risa siempre es una buena manera para conectar a los niños con la lectura y no hay un poema o cuento de Rodari que no me saque una sonrisa, carcajada a veces. Su absurdo es la clave más razonable para llegar a la infancia, y a los adultos nos hace volver a ella y a el disfrute por el disfrute, si nada más que rascar. Huía de lo políticamente correcto, y hoy en día sus cuentos me siguen pareciendo mucho más modernos y provocadores que muchas de las publicaciones actuales.”

Hoy se homenajea en Italia, y en muchos lugares del mundo, a un escritor, pedagogo y militante político, que descubrió su vocación como escritor en los años 40, que recorrió las escuelas italianas y que en 1970 logró el Premio Hans Christian Andersen.

Las librerías Kirico han sido testigos, además, de cómo ha ido cambiando en España la percepción de su obra.

Como nos explica Rocío Valverde, “se ha ido dignificando su figura y se han ido cuidando cada vez más sus ediciones y traducciones.  Rodari ha entrado en la escuela poco a poco y sus libros son cada vez más conocidos. Varias editoriales infantiles han ido rescatando sus textos, haciendo ediciones cada vez más cuidadas. Todavía recuerdo mi edición de “Cuentos por teléfono” de pastas blancas, con la niña en la portada de la editorial Juventud. De aquella edición a la nueva que acaban de publicar hay un abismo. Juventud le ha dado a Rodari la importancia que se merece con estas maravillosas ediciones que ha publicado con motivo de su centenario.”

Además, Ester Madroñero destaca que “en la actualidad, muchos de los talleres de escritura creativa siguen basándose en la experiencia de Rodari. Con los años, su trabajo ha ganado reconocimiento, en nuestro país, sobre todo entre los profesionales.”

“Gracias a él, muchas de las personas que trabajamos en la animación a la lectura y a la escritura, contamos con una manera de entender, montón de ideas y recursos. Los niños y niñas que nos rodean, aunque quizá no le conozcan, se benefician de ello”.

Hemos querido preguntarles también a estas libreras quién ama más a Rodari: los adultos o los niños.

María José Gracià dice que “el adulto que viene a la librería se acerca a Rodari más prejuiciosamente. La tendencia actual es más el libro receta que ayude a gestionar emociones, a cambiar actitudes, etc, pero yo estoy segura de que si el mismo niño tuviera que elegir se lanzaría de lleno al mundo absurdo y lleno de imaginación de Rodari.”

Para Rocío, “es fundamental la mediación para hacer llegar a las niñas y niños obras de calidad que sabemos que funcionan, divierten, abren puertas y generan lectoras y lectores exigentes que disfrutarán de esos cuentos y los recordarán para siempre.”

“Los adultos disfrutamos de Rodari, pero la mirada inocente y llena de imaginación de los niños hace que ellos, sin duda, lo disfruten todavía más”, opina Cristina López. Y, como resume Cielo, “si los adultos amamos a Rodari, los niños también lo amarán y si, sencillamente, les dejamos disfrutar con él, lo amarán también”.

Estas libreras se despiden hoy con la recomendación de sus libros favoritos:

Ester Madroñero, Kirikú y la bruja:  “Gramática de la fantasía

Rocío Valverde, Librería Jarcha: Mi libro favorito es “Cuentos por teléfono, sin lugar a dudas. Todavía oigo a mi padre al borde de la cama contando los cuentos y Lara y yo nos reímos y contamos estornudos e inventamos números, nos imaginamos al hombre nada y aprendemos el oficio de albañil. Leer a Rodari es maravilloso, pero que te lean a Rodari es todavía más maravilloso si cabe”

Cielo Fernández, Librería Bahía: “Diré “El paseo de un distraído, editado por SM con ilustraciones de Beatrice Alemagna. Me gusto mucho la naturalidad con la que el niño, que vive en su mundo, va dejándose olvidado su cuerpo y cómo su madre lo acoge y lo repara”

Cristina Vidal, Librería Turuletras: “Yo destacaría “El libro de la fantasía” de Blackie Books, y los publicados por Kalandraka: “Confundiendo historias“, “Inventando números“, “Érase dos veces el barón Lamberto” y, muy especialmente, el poético álbum “¿Qué hace falta?

María José Gracià, Librería El Puerto: “Mi preferido es “Cuentos por teléfono” de Juventud, quizá porque fue el primero que me compré y por el que descubrí a Rodari, pero cualquiera de sus libros me llega, y con las ediciones tan trabajadas y bonitas que se publican hoy es difícil decidir uno predilecto. Ansiamos la recopilación que esta a punto de sacar Blackie Books