Nadie como Verne supo hacer de cualquier viaje una aventura trepidante. Al margen de sus detenidas descripciones que hoy nos parecen lentas, sus personajes nos sorprenden en los viajes inventando soluciones sorprendentes a los contratiempos y los conflictos. En esta novela se une la aventura y el plazo establecido para que Willi Fog gane la apuesta.
Leena acompaña a su padre en un largo viaje hacia el norte, a Hamerfest. En este viaje Leena vivirá un encuentro con el mar, con la desconocida tierra finlandesa y con alguien muy cercano que ella ni siquiera sabe que existe.
Unos mapas de papel sirven al viejo Amadeo para revivir sus viajes, ahora que ya no sale de casa. Su antigua profesión de maquinista de tren le permitió conocer mundo y recuerda de nuevo con su nieto todos esos lugares por los que pasó. En esta historia de relaciones humanas la realidad y la fantasía a menudo se mezclan para reivindicar la importancia de la imaginación para vivir.
Antes de viajar se sueña con el viaje. Imaginamos cómo será y, a veces, el temor a lo desconocido nos aprisiona el corazón. Pero no se puede renunciar a los sueños. Estos amigos se arman de valor y se enfrentan al miedo para llegar hasta su objetivo: ver el mar. Un sencillo texto que dice mucho a mayores y a pequeños. Salir y viajar también es un camino que nos lleva de vuelta a nuestros sueños.
Cuando sea mayor, Viento Pequeño quiere ser un viento importante, pero no sabe qué oficio elegir. Para resolver sus dudas, Viento Pequeño decide hacer un viaje y conocer las diferentes funciones que un viento puede desempeñar en la naturaleza. Resulta que hay vientos que ayudan a sembrar la tierra, otros que se dedican a destruirlo todo, los que contribuyen a provocar las lluvias… Pero, ¿cuál será la vocación de Viento Pequeño?
Adela la jirafa y Zorba la cebra se embarcan para hacer un viaje alrededor del mundo. Cada escala de su viaje por los cinco continentes se representa con una gran ilustración a doble página en la que el pequeño lector deberá asociar palabras que aparecen a pie de página con los animales, plantas, casas y otros objetos que aparecen en las imágenes. Más de quinientas palabras para aprender y otras que el lector podrá descubrir por sí mismo contemplando las ilustraciones. En su vuelta al mundo, Adela y Zorba han vivido una gran aventura y han anotado todo lo que han visto y, al final del volumen, el lector podrá comprobar todos los nombres y detalles que se le hayan podido escapar. A partir de 7 años. ·Mas de quinientas palabras para la adquisición de nuevo vocabulario. ·Un imaginario que combina vocabulario y una introducción geográfica a nuestro mundo. ·Veinte láminas que representan otros tantos lugares de la tierra.
¿Cómo no se iba a unir el Club Kirico al homenaje a Don Quijote en este año señalado? Don Quijote es el libro de un gran viaje con dos grandes viajeros que recorren España. Que viajan y se detienen mirando el paisaje y a sus gentes, que se alojan en posadas y retoman el camino una y otra vez. Don Quijote de la Mancha no es un libro para chicos, pero se pueden leer algunas aventuras humorísticas y trágicas que reflejan la esencia del viaje: llegar y no quedarse, buscar siempre un horizonte por descubrir y mirar todo como si fuera nuevo y tuviera algo de mágico que contarnos.
Cuando Max se puso su disfraz de lobo le entraron unas ganas irrefrenables de hacer travesuras, y entonces su madre le llamó «¡MONSTRUO!» y Max le contestó «¡TE VOY A COMER!». Y le castigaron enviándole a la cama sin cenar. Encerrado en su habitación, Max imagina que navega lejos, a un mundo de monstruos donde él es el rey de todos.