"Corazón que ríe, corazón que llora", de Maryse Condé
Corazón que ríe, corazón que llora
Condé, Maryse
ISBN
978-84-17115-99-9
Editorial
Impedimenta
Corazón que ríe, corazón que llora es una historia tierna y conmovedora, donde se mezclan sentimientos como la amistad, el amor y el desamor, la vida y la muerte, con una fuerza arrolladora, en la que la autora trata de recordar y recomponer su infancia.
Una niña nace en la isla caribeña de Guadalupe (colonia francesa) en el seno de una familia criolla. Sus padres, sin embargo, inmersos en el clasismo de una educación burguesa, reniegan de sus orígenes y adoptan una identidad francesa que tampoco convence a amigos y conocidos cuando la familia pasa temporadas en París. Esta niña, ya adulta, decide indagar en su infancia y ahonda en sus vivencias para tratar de reconciliarse con su controvertido pasado.
Hija de unos padres ya mayores (su padre tiene 63 años y su madre 43), la pequeña Maryse es la menor de ocho hermanos y pronto intuye las grandes contradicciones entre la cultura criolla de los niños de su barrio y el fervor de su familia por la cultura europea. Su madre, con la que mantiene una intensa relación, trata de disimular el evidente color negro de su piel, la viste con sedas y lazos que no encajan con el estilo de los niños criollos. Sin embargo, en París, siente la incómoda mirada de sus amigas y maestras al contemplar lo exótico de su negrura contrastando con su perfecto francés.
Con su hermano Sandrino, el más cercano en edad, compartirá sus conflictos y contradicciones. Le ayuda y le sirve de guía durante su primera infancia, pero un día él le dice que sus padres viven alienados. Ella no sabe qué significa la palabra, pero intuye que hay un doloroso secreto enterrado en lo más profundo de su historia.
Ya adolescente, se rebela y empieza a cuestionarse las diferencias reales entre negros y blancos, así como entre las clases sociales. El oscuro secreto es la herida de la esclavitud, que subyace en el pasado de sus ancestros. Desubicada y sin el sentido de pertenencia a un grupo concreto, se traslada a París para estudiar Humanidades, pero pronto abandona los estudios y es expulsada del Liceo. Lo intenta de nuevo en La Sorbona, de donde vuelve a salir sola y decepcionada.
Es a partir de ese momento cuando Maryse está lista para empezar a vivir su propia vida, comienza a escribir, a tomar conciencia de su propia existencia y a ser feliz. Y es justo en ese momento cuando acaba el libro, un final que al lector le sabe a poco, dando cierre a una historia escrita de manera sencilla pero magistral, que derriba fronteras y nos reconcilia con nuestra niñez.
Maribel Munuera, Letras a la Taza (Tudela)