Doce cuentos malévolos de Saki
Desconocemos cuál es exactamente la razón, pero hay lectores para quienes las palabras literatura y carcajada no pueden ni deben ir juntas… Al recibir la recomendación por parte del librero de un libro con esos ingredientes tienden a imaginar que el libro, necesariamente, no será bueno y adolecerá de falta de calidad literaria. ¡Y no imaginan lo que se están perdiendo! Porque… ¿qué puede haber mejor, en estos tiempos tan difíciles a los que nos enfrentamos, que acometer la lectura de un gran libro y, además, partirte de risa?
Quienes sean amantes de la literatura más clásica, seguramente se rieron con las comedias de Aristófanes, siempre tan satírico y agudo; recorrieron con una sonrisa socarrona las aventuras del Lazarillo de Tormes y, por supuesto, echaron unas sanas carcajadas con las desventuras del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. Pero aquellos lectores que disfrutan más con la literatura más moderna, también han podido encontrar títulos y autores que les invitaban a leer y a reir: desde el genial Mark Twain (que además de ser uno de los mejores escritores norteamericanos de todos los tiempos tenía una gran facilidad para reirse de todos y de todo) con sus Cuentos humorísticos, hasta Tom Sharpe y su desternillante Wilt pasando por John Kennedy Toole y su divertidísima La conjura de los necios, sin olvidarnos de la inesperada “cuadrilla” de dramaturgos españoles de los años de posguerra Jardiel Poncela, Miguel Mihura y Alfonso Paso que hicieron reir a toda una generación a la que ni siquiera le estaba permitido pensar… en definitiva, una interminable lista de obras que emocionan, instruyen y hacen reir.
El libro que hoy queremos recomendarles fue escrito por Saki (seudónimo de Hector Hugh Munro), un autor cuya vida no transcurrió por un camino de rosas, precisamente (perdió a su madre víctima de la cornada de una vaca, pasó la malaria cuando era un joven policía en Birmania, fue corresponsal en diversas plazas europeas, incluyendo países en conflicto, y finalmente fue muerto en acto de servicio en Francia durante la Primera Guerra Mundial), pero que, sin embargo, fue uno de los más finos y agudos cronistas al retratar la estirada sociedad inglesa de la época victoriana.
En estos Doce cuentos malévolos editados por Navona en su maravillosa colección Reencuentros (al igual que sus Doce cuentos impertinentes y los Doce cuentos desvergonzados), Saki despliega toda su ironía e irreverencia para dar vida a unos personajes burgueses de los que se ríe con gusto (y bastante mala leche). Los convencionalismos, tan importantes para la sociedad inglesa de finales del siglo XIX, no son más que una excusa para que Saki nos muestre su ingenio y su sarcasmo y los lectores disfrutemos de las aventuras que narra el dandy deliciosamente irónico llamado Clovis. Así conocemos a Henri Deplis, condenado a ser un bastidor humano y a vivir como una obra de arte por la ocurrencia de no pagar el tatuaje que se hace grabar en la espalda, o a la baronesa, empeñada en representar una obra de teatro para reconciliar a los miembros del Consejo Municipal sin tan siquiera conocer la diferencia entre una tragedia griega y una leyenda escocesa. Doce divertidos cuentos, muy breves, que se leen en un santiamén, pero que si son leídos con pasión, pueden quedarse viviendo junto a nosotros durante mucho tiempo. ¡Lean… y rían!