“Lituanos junto al mar de Láptev” de Dalia Grinkevičiūtė
LITUANOS JUNTO AL MAR DE LAPTEV
GRINKEVICIUTE, DALIA
ISBN
978-84-15436-40-9
Editorial
PALABRA S.A., EDICIONES
A principios de junio recibíamos en la librería un paquetito con Lituanos junto al mar de Láptev (publicado por Ciudadela, el sello literario de la editorial Epalsa). Sin duda, su recorrido por las manos de sus traductoras, editores, distribuidores, agencias de mensajería y librerías fue mucho más cálido que el que su autora, Dalia Grinkevičiūtė, hizo en los años cuarenta cuando Stalin la deportó a Siberia junto a su hermano y su madre mientras muchos creían que iban de camino a los Estados Unidos a empezar una nueva vida.
Es un relato escrito con un vocabulario rico, pero no pomposo; directo —e incluso en ocasiones abrupto— como el de quien tiene prisa y necesidad de contar todo lo que ojalá no se viera obligada a contar. Un texto por primera vez traducido en su totalidad en español gracias a Carmen Caro Dugo y Margarita Santos Cuesta, y que además se encuentra disponible en otra docena de lenguas.
Nos sentimos lectores y libreros privilegiados de haber podido leer este libro con todo lo que implica, no solo en cuanto a calidad e interés, sino al propio formato y a su existencia misma, pues si no fuera porque la autora decidió salvaguardarlo bajo tierra en su jardín, quizás esta historia sería desconocida para todos nosotros a día de hoy.
Elías y Enrique Ortigosa, Librería Renacer (Málaga)
Margarita Santos
18 agosto, 2020 at 10:47 am
Muchísimas gracias a los libreros por la recomendación y esta reseña tan cercana y, qué voy a decir yo, tan acertada. Y, por supuesto, gracias de corazón por mencionar a las traductoras. Nos ha alegrado mucho leeros.
M. Tamayo
29 mayo, 2022 at 3:48 pm
Es el libro que más me ha impresionado sobre el Gulag de Stalin, escrito por una mujer lituania, una niña de catorce años cuando fue deportada junto a sus padres y hermanito al círculo polar en la Siberia. Dalia tiene una memoria increíble y describe con muchos detalles, duros y descarnados, la realidad de lo que vivió en esos lugares helados, solitarios y carentes de alimentos, de caridad y de afecto. Sus ojos infantiles vieron montañas de cadáveres famélicos de sus compatriotas y otros infelices que terminaron desterrados sólo por no estar de acuerdo con el dictador Stalin. Lo recomiendo a cualquier que desee saber más sobre Rusia y sus raíces leer este libro. La obra está considerada al mismo nivel que el relato de Ana Frank, y es lectura obligatoria en los colegios de Lituania.