Cuestionario librero 35: Ignacio Martínez de Pisón

Si es bien conocido entre los lectores el subgénero narrativo de la “novela de campus”, Ignacio Martínez de Pisón acaba de fundar (o de enaltecer, pues hay algún antecedente) la “novela de camping”, lo cual es un chiste penoso, sí, pero también un modo de subrayar que el autor ha preferido siempre lo popular a lo académico, los perdedores a las élites, lo descacharrado pero genuino a lo oficialmente distinguido. Fin de temporada, recién aparecida (y triunfadora entre “Los libros de Septiembre”, según la votación de decenas de librerías independientes), es realmente una novela formidable, pero es que ya hemos perdido la cuenta de cuántas novelas formidables lleva Pisón, con hitos en Carreteras secundarias, Enterrar a los muertos, El día de mañana (su nota más alta, para algunos de nosotros) o La buena reputación, que mereció el Premio Nacional de Narrativa. Hoy responde generosamente al cuestionario librero, con pregunta final de Estrella García, de la Librería Oletvm (Valladolid):

[Fotografía: Ignacio Martínez de Pisón, en la Librería Rafael Alberti (Madrid), 2 de septiembre de 2020. Fotografía de Juan Marqués.]

¿Cuál fue el libro que inoculó en ti el veneno de la lectura?

La “Trilogía carlista” de Valle-Inclán. Estaba por casa de mi abuelo materno, que siguió siendo carlista hasta el último día de su vida. Lo cogí para echarle un vistazo y ya no pude parar de leer. Por un lado era consciente de que estaba leyendo gran literatura y, por otro, las peripecias de todos esos personajes me tenían completamente atrapado.

¿Hay algún personaje de novela al que te gustaría parecerte (o te hubiera gustado cuando lo leíste)?

De niño quería parecerme a Tintín y a Jim Hawkins, el joven protagonista de La isla del tesoro.

¿Cómo eliges tu siguiente lectura? ¿Qué peso tiene la selección de la librería o la recomendación del librero / de la librera en tu decisión de compra?

Cuando voy a una librería, ya sé qué libros quiero comprar, porque suelo hacer pequeñas listas con la información que me llega a través de periódicos, suplementos… Pero siempre queda margen para aceptar las recomendaciones de los libreros, sobre todo de los que conocen mis gustos.

Sé valiente, por favor: ¿qué lectura “insoslayable” tienes todavía pendiente?

En su momento dejé a medias En busca del tiempo perdido. Intenté leerlo muy joven y quedé agotado por el esfuerzo. Tenía previsto volverlo a intentar durante el pasado confinamiento pero se me colaron otras lecturas y volví a posponerlo. Le daré una nueva oportunidad, pero no sé cuándo.

¿Sabes de algún libro extranjero que habría que traducir con urgencia, o alguno descatalogado o muy desconocido que haya que reeditar para bien del mundo?

Por su testimonio personal sobre la Guerra Civil española estaría bien que se publicara The Starched Blue Sky of Spain, un pequeño libro de relatos autobiográficos de la norteamericana Josephine Herbst.

Algún vicio inconfesable sobre libros (subrayar, tirar a la basura, robar, gastarte lo que no tienes, esconder los libros que compras para que no te riñan en casa, hacer listas y hasta estadísticas con los libros que lees, leer hasta el ISBN y el colofón…)

Si cuando estoy leyendo tengo un lápiz a mano, suelo anotar las erratas. Normalmente no se las mando a la editorial, pero alguna vez le he comentado alguna al editor de turno y me han pedido que les mande más. De vez en cuando he ejercido, por tanto, de corrector editorial desinteresado.

Define tu perfil de librero/a ideal: tímido/a, parlanchín/a, con un ordenador en la cabeza, sabelotodo, a la última, clásico/a…

Al contrario que en la peluquería, donde detesto que me den conversación, en la librería me gusta que me hablen.

¿Qué tiene que tener una librería para que te apetezca volver a ella?

Prefiero las librerías medianas a las grandes. No necesito que una librería tenga todos los libros. Eso es sencillo: basta con disponer de espacio y de dinero. Lo difícil es que una librería pequeña o mediana acierte con la selección de novedades. De ahí la importancia del gusto y el criterio del propio librero.

Recomiéndanos, por favor, un clásico (o varios), y un libro reciente.

Entre los libros de este mismo año, hay muchos muy recomendables: el de Ana Merino, el de Elvira Lindo, el de Galder Reguera, el de Txani Rodríguez, el de Rafael Reig… Entre los clásicos, nunca está de más volver a los cuentos de Chéjov, que se mantienen tan frescos como cuando fueron escritos.