“Lo de dentro fuera” de Mariano Peyrou

Lo de dentro fuera

Lo de dentro fuera

Peyrou, Mariano

ISBN

978-84-18342-48-6

Editorial

Editorial Sexto Piso

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“¿Quién quiere leer un libro normal?”, se preguntaba en 2019 un personaje de esa novela maravillosa que es Los nombres de las cosas, una de las mejores novelas en español de un año donde uno de los mejores nuevos libros de poemas en nuestro idioma fue Posibilidades en la sombra, del mismo autor. Aquellos dos libros geniales dialogaban de algún modo extraño, y es verdad que no eran “normales”, pero eso es porque los libros de Mariano Peyrou confían en el lector, se salen a conciencia de lo trillado y se animan a ser “arriesgados” o “poco convencionales” o, mejor, a fundar en sí mismos nuevos sistemas de sentidos que encuentran enseguida una buena complicidad en los lectores atentos. No hace falta un gran esfuerzo intelectual: hace falta dejarse llevar, entonarse, comprender que al entrar en cada libro no debemos relajarnos, dando por supuesto que estamos entrando a algo ya conocido, con presupuestos universales… sino que tal vez estamos abriendo una puerta a reflexiones que, sin salirse en absoluto de la “realidad”, juegan con ella, la reordenan, extraen de ella significados originalísimos y estimulantes, y a menudo muy divertidos.

También hay que entrar con ese espíritu en Lo de dentro fuera, la nueva novela de Peyrou, donde hay veinte páginas iniciales de pura familiarización con su nueva propuesta: enseguida, sin embargo, situamos a los personajes del asunto (fundamentalmente tres: la narradora, “el tipo” y Sergio), nos acostumbramos a las digresiones (estupendas) sobre la historia de la Iglesia y sus encíclicas, adivinamos quién habla y dónde y cuándo en cada momento, interrumpiéndose a veces el discurso de “el tipo” por la desconfiada reacción que ese mismo discurso tiene en Sergio cuando la protagonista se lo cuenta, y viajando por la memoria personal de ella con constantes flash-backs y alusiones a episodios o fantasías de la infancia o de la juventud, en un tratamiento del tiempo que, para entendernos, recuerda al que asumió Juan Bonilla en Totalidad sexual del cosmos, pero esta vez no es cronológico sino que va dando brincos retrospectivos por el calendario personal y privado de la narradora, tanto el exterior, el que compartió con todos, como el íntimo, el único.

La novela empieza muy alto, y sin embargo va de menos a más: cada vez va a mejor, cada vez atrapa con más fuerza y se va afinando en sus intenciones, sus aciertos, su capacidad de encandilar. “Mi lengua materna es el silencio”, afirma la protagonista, actriz de teatro, que, a pesar de haber sufrido en el pasado una agresión por parte de un novio, considera que “la mayor violencia del mundo es sentir que nadie nunca va a poder entenderte”. El esfuerzo que hace el triángulo de personajes para entenderse mutuamente es tan profundo como creativo, y da pie a reflexiones parciales que flirtean con el absurdo pero que siempre llegan a tierra firme, a conclusiones que tal vez no sean “certeras” pero que sí son exactas y locuaces en el idioma particular que cada uno ha ido creando. “Cuantas más cosas se entienden / menos se entiende el mundo”, se leía en Posibilidades en la sombra, y aquí asistimos también a una pequeña batalla entre la realidad objetiva y la sensibilidad íntima de cada cual, una pugna sin consecuencias dramáticas entre la verdad y las verdades, entre lo que hay y lo que vemos, entre lo de dentro y lo de fuera. Las ficciones son hijas de la realidad, dependen totalmente de ella: los sueños, las fantasías, las equivocaciones, las buenas ideas, la memoria… son reales en un sentido literal, aunque casi nunca respondan a lo que hubo, a lo que se dio, a lo que ocurrió…, que son cosas que vamos inventando, alterando… entendiendo.

Cada vez más seguro y llegando cada vez más lejos, Mariano Peyrou va convirtiéndose en un escritor insustituible, dueño de un estilo único. Tiene razón Sara Mesa al afirmar que nadie escribe como él: esa gracia, esa agudeza, esa sensibilidad tan incisiva en aspectos poco evidentes, esas estructuras… son ya inconfundibles y sería una temeridad tratar de imitarlas. Como creador de mundos privados dentro de este mundo nuestro, Peyrou es un maestro cuyos libros crean adicción. Lo de dentro fuera es una muestra estupenda de ello.

Juan Marqués, ‘Las Librerías Recomiendan

 

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