Este niño le pide a su papá dar un paseo por la ciudad en plena noche para comprobar que todos duermen como él lo tendría que hacer. Pero, sorprendentemente, hay criaturas mágicas que sólo habitan en la noche. Aparecen en las esquinas, las tapias y los tejados y en nada se asemejan a las del mundo real. Lo curioso es que sólo el niño las ve y el padre sólo imagina lo bien que se debería estar durmiendo en la cama.
En un majestuoso castillo sobre una montaña habita Irene, la princesa huérfana, que espera cada día el regreso de su padre de un país lejano. Bajo la montaña, los mineros excavan sus galerías para sacar a la luz las riquezas profundas de la tierra. Pero el subsuelo también está habitado por seres inquietantes que odian la luz del sol y desprecian a la raza humana: son los trasgos, astutos y pérfidos, de cabeza pétrea, escasa estatura y pie vulnerable. En su tortuosa asamblea traman una gran injusticia: destruir a los mineros y raptar a Irene para entregarla en matrimonio al repulsivo Harelip, su príncipe. Ni siquiera los esfuerzos de Curdie, el audaz y soñador minero, podrían impedir que se cumplieran sus tenebrosos planes, si no fuera porque desde el torreón del castillo desciende sobre Irene una misteriosa protección…
Blidfinnur, a quien todo el mundo llama Bubu, es un ser mágico que parece un duendecillo del bosque. Desde que sus padres se marcharon al Mundo de la Luz vive solo, de ahí su empeño en buscar amigos a los que querer y con los que jugar. Pero algo falla: siempre llega un momento en que éstos desaparecen sin dejar huellas. Incluso «el niño», su nuevo amigo. Pero esta vez Bubu decide salir a buscarlo por un misterioso bosque cerca de su casa. Allí dentro, una especie de genio que vive en un viejo roble, el Sabio, le explica que cuando un niño se pierde no vuelve jamás y no merece la pena ir a buscarlo. Pero Bubu no está de acuerdo y decide enfrentarse a todos aquellos que se opongan, incluso aunque sean los terroríficos Academonios, que viven de chupar la energía a los demás. Pero… cabe una duda: cuando desaparece un niño, ¿significa que simplemente se ha hecho adulto?
Por la noche un cocodrilo puede hacer muchas cosas, pero si es tímido como Coco, se columpia solito y en silencio en medio del parque. Hasta que un día, una niña le descubre y al instante se convierten en grandes amigos. Así Coco aprende que hay un tiempo para la soledad y otro para la amistad.
Nina es una niña a la que le encanta el barrio donde vive. Un buen día, descubre la tienda más bonita de todas, la de Mister Daffodil. Esa tienda se encarga de reciclar las pesadillas.
Cuando Katia conoce a Timi, se da cuenta enseguida de que no es un chico corriente. A sus once años, mide sólo 98 centímetros, pero eso es lo de menos. Tampoco importa el hecho de que viva en una taquilla de equipajes. O que ésa sea, precisamente, la entrada a un mundo enigmático, conocido como el imperio de los centauros. Pero es que hay más, mucho más…
Toribio tiene un sombrero mágico que se encarga de cumplir puntualmente los deseos de su amo con sólo darle tres vueltas sobre su cabeza. Todos los que rodean a Toribio esperan que pida deseos relacionados con el mundo real, las riquezas y el bienestar. Pero Toribio piensa que todas esas cosas se pueden tener cuando uno quiera, y que lo fantástico de tener un sombrero maravilloso es que se pueden pedir cosas maravillosas.
Ser muy pequeña puede tener inconvenientes. Te caes en cualquier sitio y no te encuentran, por ejemplo dentro de un bolsillo, o en el cajón de las servilletas. Eso le pasa a Alicia, que es muy muy pequeña. Pero Alicia sabe sacarle partido a su tamaño y se puede meter en una pompa de jabón o en la mitad de una tarta. Este libro cuenta, en pequeños capítulos, las fantásticas historias de Alicia, y con las ilustraciones podrás comprobar que no se lo pasa nada mal.