La llamaron Dana y creció junto a sus hermanos y hermanas como una más. Nunca la trataron de forma especial y, sin embargo, todos podían ver que ella era diferente. Sigilosa como un gato, apenas hablaba. Hasta que conoció a Kai. Menos mal que no tuvo que separarse de él ni siquiera cuando llegó el Maestro y la llevó a la Torre, en pleno Valle de los Lobos…
Diálogos insólitos, situaciones extrañas y un aire de magia absolutamente real impregnan las aventuras de Alicia. Si Alicia en el País de las Maravillas nació por casualidad de los relatos fantásticos que Lewis Carroll improvisaba para tres niñas, Al otro lado del espejo narra el viaje a un país hecho a modo de tablero de ajedrez, al que llega Alicia después de cruzar el espejo. Para adaptar el mundo a la mente infantil de las tres hermanitas Lidell -Alicia, Lorina y Edith-, Carroll prescinde de prejuicios y utiliza un humor cruel y lleno de ingenio con el que burlarse de los convencionalismos y tradiciones de la sociedad inglesa, y a la postre de cualquier sociedad… Los elementos con que juega la narración no se apartan de lo que Alicia puede ver en su vida cotidiana o en sus libros, pero la imaginación eleva a emblema irracional la lógica, convirtiendo las aventuras de Alicia en uno de los primeros ejemplos de libertad absoluta de la mente, que encadena su lógica a partir de unos presupuestos que no la tienen. Así, mostrando el envés de los valores aceptados, Carroll se adentra por un territorio de sueños donde no hay más fantasmas que la verdad desnuda de sus apariencias y de sus mentiras.
Aunque atribuidas tradicionalmente a Rudolf Erich Raspe, quien tradujo al inglés una versión primera de LAS AVENTURAS DEL BARÓN DE MÜNCHHAUSEN que fue plagando de adiciones e interpolaciones de dudosa calidad literaria, se puede considerar a GOTTFRIED AUGUST BÜRGER, traductor y adaptador del libro de Raspe al alemán, como aquel que supo darle a la obra ese algo indefinible que lo convirtió en obra clásica y popular. Ilustrada por los magníficos grabados que hiciera Gustave Doré para la traducción francesa de la obra, la presente edición traducida, prologada y anotada por Miguel Sáenz se aleja de la ñoñería y falta de rigor de muchas de las adaptaciones de que aquélla ha sido objeto, para ofrecernos en su más legítima forma los viajes, campañas y aventuras de un embustero genial.
Un ejemplo de humor del bueno, del que llega directamente al cerebro y mueve todas las neuronas. Este libro guarda las más absurdas historias, contadas de forma rimada e ilustradas con la loca pluma del autor; algunas parece que no tienen sentido, pero si te fijas en el dibujo las entenderás mejor y descubrirás ironía, doble intención y risa, mucha risa. Cada página trae una nueva idea y una nueva carcajada.
Enrique invita a sus amigos a cenar en el castillo y les prepara unos platos riquísimos que, además, son mágicos… Y los fantasmas se ponen del color de lo que comen. Para terminar, Enrique se permite incluso asustarlos. ¡Vaya con Enrique!
En su paseo diario por el bosque, un joven oso encuentra un trozo de papel escrito junto a un seto. Aunque no puede leerlo, causa en él tal magnetismo y curiosidad que lo guarda como un tesoro. Algunos años más tarde durante el verano, dando un paseo, observa a una joven con la mirada puesta en un libro. Este espectáculo, que relaciona con el papel que todavía conserva, le empujará a acudir todos los días a oír su mágica voz, aun sin comprender nada, y a escuchar las historias que la joven lee todas los días sentada junto a su cabaña. Dennis Haseley escuchó de pequeño la voz mágica de su madre al contarle muchas historias y leerle novelas, incluso de adultos. Es autor de numerosos libros para niños. Vive en Nueva York con su familia. De pequeño, Jim LaMarche quería ser mago, aunque después estudió Biología hasta que descubrió su auténtica vocación: ilustrar libros para niños. · Un álbum sobre la magia de leer y escuchar historias. · La lectura a los niños como parte del vínculo afectivo padres-hijos. · La fascinación que producen los libros como objeto. · A partir de 6 años.
Los davirones son unos seres especiales. Viven en un lugar secreto y no saben cómo son los niños, pero ellos son pequeños, cambian de color según sus sentimientos y son bastante felices. Solo les falta reunirse, como lo hacen los niños. Davi-davirón viajará a la ciudad y allí buscará uno para que le enseñe a reír.
Quiénes son de verdad Dedo Polvoriento, Capricornio o Lengua de Brujo lo sabrá la joven Meggie por las respuestas que encuentre en un viejo pueblo de las montañas de Liguria… y también en un libro. Cuando Mo, el padre de Meggie, saluda a un extraño visitante que aparece en su casa, la niña siente que aquella persona emana un peligro, quizá una gran amenaza contra su padre… y entonces huyen al sur, a la casa de tía Elinor, propietaria de una de las más fascinantes bibliotecas que uno pueda imaginar. Meggie descubrirá que los forasteros que misteriosamente aparecen y desaparecen, como aquel visitante nocturno, llaman a su padre Lengua de Brujo, ya que tiene el don de dar vida a los personajes de los libros cuando lee en voz alta. Esta nueva novela de Cornelia Funke es magia, es mágica y es fantástica: es un viaje al mundo de los libros, una gran novela de aventuras y una declaración de amor a los grandes textos universales que cautivan a los lectores. Y también, una lucha feroz entre ficción y realidad, y entre bien y mal.