Sobre la novela breve
Hoy es 23 de abril, el Día del Libro, una fecha subrayada en negrita en el calendario interior e incluso íntimo de todos aquellos para quienes la lectura es algo constitutivo, definitorio, estructural. Es cierto que, por ello, no necesitamos días especiales para leer, pero hoy es el día en el que mejor podemos reconocernos y comunicarnos, y salir literalmente a las calles para hablar de libros, vender y comprar literatura, defender nuestra forma ya no de vivir sino de entender la vida. Y de todo lo que podíamos hacer para celebrar este día, opciones infinitas, nos ha apetecido preguntar a nuestras librerías por el género tan breve y fecundo de la ‘nouvelle’, esas novelas de menos de 150 páginas entre las que hay verdaderos hitos de la historia de la literatura, libros absolutamente decisivos (Pensemos, por ejemplo, en Bartleby, el escribiente o en Wakefield, o en La Metamorfosis…). No son cuentos largos, son novelas breves, y diez de nuestras libreras y libreros han hablado, y éstas son sus recomendaciones, entre las que hay, seguro, alguna sorpresa para todos/as:
EL DIAGNÓSTICO, de Edith Wharton (Rey Lear)
Izaskun Legarza Negrín, de la Librería de Mujeres de Canarias (Santa Cruz de Tenerife): “Es bien conocida la capacidad de Edith Wharton (Nueva York, 1862 – Saint-Brice-sous-Forêt, 1937) para retratar, en profundidad y con humor afilado, las incoherencias de la clase alta neoyorquina de su tiempo, así como las diferencias entre la cultura norteamericana y europea de la época. Excelente muestra de esa maestría es el breve texto titulado El diagnóstico, publicado originalmente en 1930. En apenas cincuenta páginas, y con el pretexto de un cambio de diagnóstico clínico, la genial autora dibuja uno de los personajes masculinos más hipócritas, egocéntrico y machista que ha dado la literatura anglosajona de principios del XX: Paul Dorrance. Rico, cuarentón largo, soltero y profundamente egoísta, Dorrance es la encarnación perfecta de la persona incapaz de pensar que algo ajeno a su bienestar; la ejemplificación de la vileza, de la abyección. Un personaje miserable al que la escritora le baja los humos con un excepcional giro al final de la historia que permite, a quien lee, pasar de la indignación y el desprecio a una sonrisa aprobatoria y sorpresiva. Leer El diagnóstico es leer un singular ejemplo de lo que se ha dado en llamar “justicia poética”.
NOVELA DE AJEDREZ, de Stefan Zweig (Acantilado)
Ester Vallejo, de Lex Nova (Madrid): “Es ésta una novela tramposa, lo que en su inicio se plantea como una historia amable sobre una travesía en barco y una partida de ajedrez, se convierte poco después en un sobrecogedor relato sobre la capacidad de resistencia del ser humano y su instinto de supervivencia. Una narración brutal en la que Stefan Zweig describe magistralmente el vacío y la desesperación que se hallan en el mínimo espacio que separa la cordura de la locura absoluta. Razón frente a barbarie. Magnífica novela”.
LOS MUERTOS, de James Joyce (Navona)
Vicente Velasco Montoya, de La Montaña Mágica (Cartagena, Murcia): “Afortunados los que se hagan con la edición de “Los muertos” de James Joyce, a cargo de Navona y su colección de Ineludibles. Bajo la inmensa traducción de Nuria Barrios disfrutamos del, sin duda, mejor relato entre los que componen Dublineses, y que aporta una de las características más innatas e identificativas del autor irlandés: el uso conceptual de las epifanías como motor para dar sentido y voz propia a sus personajes, como ya desarrollaría plenamente en Finnegans Wake. Un verdadero acierto el recuperar para el gran público este imprescindible relato. Y un gran tesoro el poder compartirlo en nuestras librerías”.
EL HORROR DE DUNWICH, de Howard Phillips Lovecraft (Libros del Zorro Rojo)
Sergio García, de la Librería Dorian (Huelva), Pocos cuentos en la historia de la literatura han sido tan perturbadores, y nos han puesto frente a nuestra propia insignificancia de la forma en que lo hizo El horror de Dunwich. No somos nada, nos dice Lovecraft, ante los asesinos de mundos, ante entidades que nacieron en el acto mismo de la creación e hicieron del tiempo su juguete. Las andanzas del doctor Armitage y su némesis, Wilbur Whateley, se coronan como una de las cimas del terror en la literatura de todos los tiempos. Y ya sabéis: Ogthrod Ai’f Geb’l-ee’h Yog-Sothoth ‘ngah’ng Ai’y Zhro“…
EL NIÑO PERDIDO, de Thomas Wolfe (Periférica)
En El encanto sencillo, Christian Bobin afirmaba que “tras el descubrimiento de un gran libro viene siempre un tiempo de duelo”: jamás lo hemos experimentado tan nítidamente que tras la lectura de El niño perdido, el primero de los relatos exentos que publicó Periférica, antes de otras obras maestras como Una puerta que nunca encontré, Especulación, Hermana muerte, El viejo Rivers o, recién aparecida, Historia de una novela (crónica de la angustiosa escritura de Del tiempo y del río, la segunda novela de Wolfe, tras la exitosa El ángel que nos mira, y que recomendamos ayer mismo aquí). Desde la coordinación de ‘Las Librerías Recomiendan‘ es El niño perdido la novela breve que queremos reivindicar, y no vamos a explicar nada sobre ella, sólo pedir un “voto de confianza” para nosotros: lo bueno de recomendar nouvelles es que, aunque nos equivoquemos, nunca se le hace perder mucho tiempo al mal aconsejado, pero no creemos que ningún buen lector pueda dejar de gozar y emocionarse con estas páginas, en busca del niño perdido…
PARADERO DESCONOCIDO, de Kathrine Kressmann Taylor (RBA)
Olivia Lahoya Cuende, de la Librería Estudio (Miranda de Ebro, Burgos): “En forma de correspondencia entre dos socios y amigos alemanes fechada entre 1932 y 1934, se va dando cuenta de la peligrosa deriva del nazismo de la mano de un nuevo y prometedor líder llamado Hitler. Uno de ellos regresa a Alemania y el otro, judío, queda al frente del negocio en California. Lo que comienza con un intercambio de palabras amistosas y añoranza mutua, pronto va tornándose en distanciamiento del primero, que, de la desconfianza y los reproches al nuevo régimen, pasa a una adhesión, primero interesada y luego convencida. Las terribles consecuencias de esta nueva actitud del antes amigo entrañable llevan al judío a una única forma de terminar para siempre con esta relación, tan sutil y elegante como perversa. No en vano, nos deja con una sonrisa cómplice. De qué manera tan breve y clarificadora, Katherine Kressmann Taylor mostró la anomalía y monstruosidad del nazismo en esta pequeña genialidad de apenas 70 páginas, publicada en 1938, justo antes de la Segunda Guerra Mundial”.
EL LUGAR, de Annie Ernaux (Tusquets)
LA URUGUAYA, de Pedro Mairal (Libros del Asteroide)
HAJIRA, de Francisco Serrano (Episkaia)
Carmen Alquegui Lanas, de La Vorágine (Santander): “Hajira es supervivencia. Esta pequeña novela de Francisco Serrano nos sumerge (casi literalmente) en un mundo en permanente peligro de inundación y de fenómenos meteorológicos terribles. Y el autor no ha tenido ningún inconveniente en crear esta distopía desde un mundo que conocemos bien; un entorno ubicado en nuestras costas, un Benidorm desaparecido, burbujas privilegiadas en el interior del país. Hajira es la protagonista que desde sus ojos adolescentes cuida y protege a su gente desde un entorno totalmente adverso”.
DIARIO PINCHADO, de Mercedes Halfon (Las Afueras)
Carmen Juan y Sara J. Trigueros, libreras en 80 Mundos (Alicante), son quienes apuestan por un libro más reciente, y mencionan el segundo libro de la escritora argentina Mercedes Halfon, tras el ya excelente y sorprendente El trabajo de los ojos, una investigación muy personal sobre la vista, esto es, sobre la mirada... En este segundo libro Halfon nos cuenta, esencialmente, la historia de una decepción, la crónica de un viaje agridulce, con más disgustos que hitos, con más soledad que alegría, unos días en Berlín en busca del amor que dan como resultado una pasión desinflada, un colchón en un suelo duro y frío.