Libros de la semana - Literatura

Cuando me visita un amigo que es un buen lector, con un gusto parecido al mío, o que incluso es escritor y me pide que le recomiende algo, es una situación muy excitante. Pienso: ¿estaré a la altura? ¿Sabré recomendarle algo que le vaya a gustar? Es una responsabilidad muy placentera.

Como lo ha confesado Juan Pardo Vidal en su muro, creo que puedo contarlo, hoy me ha pedido que le recomiende algo. Algún japonés me ha dicho. Me he acordado de Osamu Dazai, que posiblemente sea de los escritores japoneses reconocidos, el último que hemos sumado a esa lista de imprescindibles. La edición de “Indigno de ser humano” de Sajalín, ha sido la que lo ha permitido, aunque no la he encontrado, creo que algún joven la ha robado. Espero que le guste. Así que se ha llevado “Colegiala“, que ha publicado Impedimenta. También me he acordado de “El don de Vorace“, de Félix Francisco Casanova, que es un libro que siento que he recomendado menos de lo que a mí me gustaría. Félix Francisco Casanova es nuestro pequeño Rimbaud. Otro joven maldito. Un iluminado por el mayor de los talentos. A mí, su obra me parece irregular, como muchas de las que me más me gustan. Obras que sin ser magistrales, a veces contienen fragmentos prodigiosos, que nos resarcen con la literatura y la vida.

Y, por último, a Juan Pardo, ha consentido así, le he expuesto mi pasión por David Vann y le he recomendado “La leyenda de un suicidio“, que contiene la novela corta “Sukkwan Island“. No sé si lo que os contaré alguien lo puede considerar “spoiler”. Para mí no lo es y creo que multiplica la potencia de su literatura de “Sukkwan Island”. Cuando Vann era un quinceañero su padre lo invitó a pasar unos días en una cabaña en Alaska. El joven que era rechazó esta invitación, prefiriendo pasar esos días con las correrías más propias de su edad y su padre, se pegó un tiro. “Sukkwan Island” es el resultado, muchos años después, de cómo David Vann cuenta la historia de cómo un padre invita a un quinceañero a pasar unos días en una cabaña en Alaska. A mí, esta recreación literaria, este exorcismo, esta purga, me parece uno de mis libros preferidos. Y si hablamos de libros, y no sabéis quién es Juan Pardo Vidal, acaba de publicar en Baile del Sol la novela histórica “Arquímedes está bajo el tejado“. Y estamos en Navidad, ¡qué mejor que regalar un libro!

Manuel G.ª Iborra, Librería Sintagma de El Ejido (Almería).

La imagen que me viene a la cabeza cuando un libro me atrapa, es aquella en la que un niño, obsesionado ante la última aventura escogida de la biblioteca, llega a casa y una vez llegada la noche, cuando todo es silencio y las fantasías cobran mayor protagonismo, se mete bajo las sábanas y comienza a leer su libro. Esa sensación de protección, de recogimiento y excitación ante lo que viene una vez se abren las tapas del libro, es lo que me ha provocado la lectura de “Las luminarias” de Eleanor Catton, novela ganadora del Man Booker Prize.
Recuerdos de Conrad, de Green, de Twain, se agolpan en mi cabeza mientras avanzo en una construcción narrativa perfecta y resuelta de manera brillante. Todo es luz en esta obra, nuevamente se produce esa reacción obsesiva de recomendarla sin parar, de hacer que todo el mundo que entra en mi librería se acerque a esta historia.
Pedro González, Librería Hipérbole, Ibiza/Eivissa.

Foto: http://eleanor-catton.com/

Es recomendable (por no decir necesario) saber discernir entre la figura del escritor de la del personaje público que este proyecta. De no ser así, muchos lectores se perderían el placer de leer a ciertos escritores capaces de suscitar entre quienes permanecen atentos a sus regulares diatribas, la misma cantidad de amores que de odios. Esto puede suceder con un escritor como Javier Marías, creador permanentemente cabreado y ceñudo, capaz de rechazar premios importantes a la vez que se granjea la enemistad de un buen número de colegas por cualquiera de sus encendidas intervenciones en prensa, pero, a la vez, un grandísimo narrador, un maestro del lenguaje, uno de los más grandes de la literatura de nuestro país.

Así pues, descartadas las fobias y las filias por el personaje, pasamos a hablar de su última novela que narra un momento crítico en la vida del director de cine Eduardo Muriel y su esposa Beatriz Noguera, visto a través de los ojos del joven Juan de Vere (o “De-Víah” a la inglesa o “De-Veg” a la francesa, según la graciosa y erudita broma del profesor Francisco Rico, el real Paco Rico, convertido en la novela en un divertido y sabio personaje) mientras vive y trabaja en la casa del matrimonio como traductor y documentalista de Muriel. Asiste, sin proponérselo, al incomprensible desprecio que Muriel siente por su esposa.

Es la búsqueda de una explicación racional a tanta infelicidad lo que lo lleva a unas situaciones difíciles de justificar, pero clarificadoras hasta el dolor. Beatriz, quien ejerce una indudable influencia en él, lucha por recuperar a Muriel, aunque lo haga de un modo impredecible y algo sucio. Acompañamos entonces a Juan en una suerte de investigación sin ningún sentido, que sirve a Marías para hacernos reflexionar sobre una España posfranquista obsesionada por cerrar heridas rápidamente y abandonarse a la corriente de una transición ganadora, pero tan fácil de seguir como de engañar.

Con un estilo que raya en la perfección, intencionadamente despojado de toda pasión (algo que suelen reprochar a Marías el tipo de lectores que buscan la emoción en un libro), el autor nos pasea por Madrid, por España, por sus desilusiones, sus secretos y sus mentiras, todo ello sin adoctrinarnos ni buscar el morbo de escandalosas revelaciones.

Y después de haber disfrutado tanto con esta novela, ¡ya podemos volver a criticar a Javier Marías!

Librería Taiga, Toledo.

Foto tomada de la web de Editorial Alfaguara. © Agence Opale, Holland

Estamos ante una novela de ciencia ficción pura y dura, que comienza cuando, después de una tormenta de arena, un tripulante de la tercera misión tripulada a Marte es dado por muerto. Al dar por terminada la misión, todos sus componentes vuelven a Tierra sin sospechar que el astronauta Mark Watne , continúa con vida. Y nadie en la Tierra lo sabe.

Una mezcla de Robison Crusoe y el nunca suficientemente admirado MacGywer; un hombre que consigue sobrevivir en Marte, utilizando la ciencia, para resolver todas sus vicisitudes, y que quizás logre regresar a casa.

Un libro que engancha y entretiene y que, de paso, cuenta un poco como funcionan la NASA y las expediciones tripuladas por astronautas.

Javier Cámara, de Librería Cámara, Bilbao.

Andy Weir nació y se crio en California. Hijo de físico e ingeniero, a los quince años fue contratado por un laboratorio nacional, donde desde entonces ha desarrollado una amplia labor como programador informático e ingeniero de software.

Su principal fascinación es la ciencia y en concreto los temas relacionados con la física relativista, la mecánica orbital y la historia de los vuelos espaciales tripulados. El marciano es su primera novela, y en ella ya se advierte que Weir es un excelente narrador y un purista de la exactitud científica.

Lo reconozco. No había leído nada del señor Marcello Fois hasta que cayó en mis manos su novela “Memoria del vacío“, editada por Hoja de Lata. Lo primero que me impactó fue la bellísima portada (mural existente en Cerdeña) y me pasó lo de otras veces: no pude resistirme.

La obra narra la vida de Samuele Stocchino, sardo como el autor de la misma, con un ritmo y una belleza y técnica narrativa que engancha desde las primeras páginas. Samuele, condecorado en la Primera Guerra Mundial acabará protagonizando una historia de vendetta en su Cerdeña natal. Venganza sangrienta para limpiar el honor de su familia y por la que Mussolini puso precio a su cabeza. Una narración basada en hechos reales. Una vida marcada por la pobreza, la desigualdad, la violencia. Un héroe que permanece en la tradición sarda hasta nuestros días y al que la elaborada y “enganchante” prosa de Fois ha elevado a mito. “Memoria del vacío” no es una novedad novedad (salió en mayo), pero creo que puede permanecer en cualquier librería como buen “fondo de armario”.

Raquel Monasterio, Kebele Librería, Gijón.

Sinopsis:

«Este niño tiene el corazón en forma de cabeza de lobo, un corazón oscuro como el de los asesinos». Así habló la vieja Anníca, quien poseía la facultad de ver en el interior de las personas, el día en el que conoció al pequeño Samuele. Marcello Fois narra en esta preciosa fábula mediterránea la vida de Samuele Stocchino, el llamado Tigre de Ogliastra, el bandolero más temido de Cerdeña, cuyas hazañas y crueldades han mantenido vivas la tradición oral sarda a lo largo de generaciones. A modo de coro griego, con varias voces narrativas que se entremezclan, vamos conociendo la leyenda del joven campesino, héroe malherido en la primera guerra mundial, hijo devoto y amante correspondido, a quien los abusos de los caciques locales hicieron despertar al lobo que llevaba dentro. La noche del 20 de enero de 1920, la luna llena fue testigo mudo de la mayor matanza que la isla recuerda. Mussolini, deseoso de cortar en seco el fenómeno del bandolerismo en Cerdeña, ofreció la más alta de las recompensas por la cabeza de Stocchino.